Como empezar la semana

Por qué odias los lunes

Más allá del mero capricho, existen algunas razones de peso detrás de este sentir. Pero también está la cara buena de la moneda.

No, no estás solo. De hecho, formas parte del 99.999999 por ciento de personas que detestan el primer día de la semana, o que, por lo menos, no lo incluyen en su lista de días preferidos.

¿Alguna vez te has preguntado por qué los lunes son la jornada menos popular entre los trabajadores del mundo? Más allá del mero capricho (y las ganas de permanecer en modo “relajación”) existen algunas razones de peso detrás de esto. Pero también está la cara buena de la moneda: con algunas acciones sencillas, podemos revertir esta situación.

Baja satisfacción laboral

Según una encuesta de Gallup, casa encuestadora de prestigio internacional, sólo 13 por ciento de los trabajadores se siente comprometido con su trabajo. Esto quiere decir que prácticamente 9 de cada diez personas siente poca conexión con su trabajo, se siente desmotivada y hace poco por innovar. Esto explica que tantas personas sientan malestar conforme se acerca el lunes, y perciban cierta ansiedad incluso desde una noche antes.

 

Resistencia ante los cambios

Según diversos estudios, el lunes no es más estresante que el resto de los días de la semana –eso sí, el viernes suele ser más tranquilo, pues antecede al descanso–. Lo que sucede es que existe un cambio de ánimo brusco entre el “feliz” domingo y el lunes, la puerta de entrada a nuestra vida de obligaciones. Conforme avanza la semana, nuestra mente se adapta a la idea de trabajar. ¿Una excelente forma de mentalizarte para iniciar la semana con energía? Meditar.

Fines de semana “always-on”

Otra razón por la cual los lunes nos parecen más pesados de lo que deberían es que no disfrutamos nuestros fines de semana como merecemos. No dedicamos el tiempo suficiente a estar con nuestra familia y con nosotros mismos, a relajarnos y realizar actividades que nos gusten, y pasamos el día entero contestando correos y pensando en la semana siguiente.

 

Poca socialización

Aunque no lo creas, una razón por la que nos sentimos más deprimidos las mañanas del lunes puede rastrearse a la época de las cavernas. Los humanos somos criaturas sociales y funcionamos mejor cuando nos encontramos en “tribus”. Aunque por fortuna esta tendencia se está revirtiendo, aún son muchas las empresas que evitan que sus empleados interactúen con tal de que se concentren mejor y sean “más productivos”. ¿Y qué puede ser más deprimente que eso?

Si tu lugar de trabajo impide la socialización, propón que se establezcan espacios abiertos para relajarse y distraer la mente de los pendientes por un momento. No es un capricho: estudios diversos han demostrado que este tipo de prácticas mejoran la productividad laboral.  Asimismo, cada cierto tiempo levántate de tu lugar para estirarte y conversar con alguno de tus compañeros.

Cambio en los patrones de sueño

El cuerpo se rige con el reloj biológico, y las variaciones más pequeñas pueden afectar el rendimiento – como suele suceder cuando se aplica el cambio de horario–. De alguna manera, esto sucede cada semana en los lunes. Muchas personas no duermen lo suficiente en la semana y “reponen” el sueño en el fin de semana. Pero tan sólo dormir una o dos horas más de lo acostumbrado por un par de días confunde al cuerpo. Según investigadores, el sueño extra puede desajustar el reloj biológico unos 45 minutos. Eso provoca que se nos dificulte despertar y arrancar el día.

Los grandes empresarios conocen la importancia de ser disciplinados con sus habitos de sueño, incluso en fines de semana.

Resaca del fin de semana

Los fines de semana suelen servir como un pretexto para comer, dormir, beber y fumar más de lo “permitido”. Tenemos una noticia: todos esos excesos vienen con un costo para el cuerpo, que se resiente con mayor fuerza los lunes. No sólo eso, el inicio de la semana suele ser apropiado para dejar los malos hábitos o empezar una dieta, cambios que, aunque positivos, no suelen ser sencillos.

Si no quieres comenzar el lunes con una “cruda” espantosa que te dure el resto de la semana, o una gastritis que te impida concentrarte, piensa dos veces antes de perderte en los excesos el viernes, sábado y domingo. Tu cuerpo y mente lo agradecerán.

FUENTE: WWW.ENTREPRENEUR.COM

 

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.